Desde Colombia hasta la Patagonia: una charla con los_roads
Hace poco tuve la fortuna de ser invitado a un pódcast muy especial: Los Roads Entre Motos, conducido por un padre e hijo Nicki y Polo chilenos que se hacen llamar los_roads. Más allá de la entrevista, lo que vivimos fue una conversación entre viajeros, entre moteros, entre personas que aman las carreteras tanto como los aprendizajes que estas dejan.
La conexión motera no entiende de fronteras
Desde el primer minuto sentí una conexión genuina con los_roads. El pódcast no tardó en convertirse en una charla entre amigos, donde compartimos risas, acentos, experiencias y reflexiones.
Hablamos de cómo empezó todo para mí en el mundo de las motocicletas. Hace apenas dos años y medio, no solo no sabía manejar una moto, sino que incluso tenía una mala impresión de los motociclistas. Pero como todo en la vida, a veces un corazón roto puede ser la chispa para un nuevo camino. En mi caso, fue un amigo quien me insistió en aprender, y desde entonces no he querido bajarme de la moto.
De la Guajira a la Patagonia: el viaje que lo cambió todo
Mi viaje por Sudamérica tiene nombre: De la Guajira a la Patagonia. Desde el extremo norte de Colombia comencé a descender hasta llegar a la mítica Carretera Austral en Chile, una de las rutas más hermosas —y retadoras— del continente.

Tuve la dicha de recorrer Chile de punta a punta, desde Arica hasta Punta Arenas. Pero también enfrenté algunos de los momentos más duros del viaje: temperaturas bajo cero, lluvias interminables, nieve que cubría mis piernas y me dejaba sin tracción. En uno de esos días, en plena tormenta de nieve, mi moto colapsó. Pensé que todo había terminado. Pero fue en medio de esa adversidad que encontré ayuda de otros viajeros y trabajadores viales que me ofrecieron una mano —literalmente— para salir adelante.
Cultura, acento y respeto: lo que aprendí de Chile
Más allá del viaje físico, Chile me dejó aprendizajes profundos. Me enamoré de su cultura vial, del respeto por el peatón, de la forma como se conduce, incluso en ciudades con tráfico pesado. Aprendí a decir “la pega”, “el bajón” y hasta probé el “plato a lo pobre” que de pobre no tiene nada (¡es un festín delicioso!).
Traje conmigo esa cultura y trato de aplicarla en Colombia, respetando señales, velocidades y sobre todo, al peatón. Creo que esa es una buena acción motoquera que todos deberíamos practicar.
¿Pecados? También los hay…
En el famoso “confesionario” de la entrevista confesé uno de mis errores: a veces, por grabar una buena toma, he manejado sin casco o sin guantes, sobre todo en zonas de arena o clima cálido. No me enorgullece, pero soy humano y estoy aprendiendo. Reconocerlo también hace parte del camino.
Contar historias, más allá de las ruedas
Además de viajar, me apasiona crear contenido. Como programador, combino mi trabajo remoto con la vida en la carretera. Gracias a herramientas como Starlink, puedo conectarme desde lugares remotos, trabajar y a la vez contar historias que inspiran. Llevo conmigo cámaras 360, drones, GoPros y una buena dosis de storytelling.
Porque más allá de tener el mejor equipo, lo que realmente conecta con las personas es cómo cuentas la historia. Y eso es lo que intento hacer: emocionar, motivar, mover algo en el alma de quien me escucha o me ve.
La espina que me quedó… y la promesa de volver
Aunque recorrí gran parte de Chile, no logré llegar hasta Villa O’Higgins, el final de la Carretera Austral. Una fuerte tormenta de nieve y el riesgo de quedarme atrapado me obligaron a tomar un ferry hacia Puerto Natales y dejar ese último tramo pendiente.
Pero esa espina se convertirá en motor. Volveré. Lo haré cuando el clima sea más amigable. Porque no solo quiero terminar ese camino: quiero celebrarlo.
Un mensaje para quienes sueñan con viajar en moto
Si estás leyendo esto y sueñas con un viaje así, te digo algo que compartí en la entrevista:
“Lo importante es tener el destino claro. Lo demás, déjaselo a la vida. Ella se encargará de mostrarte el camino.”
No necesitas tenerlo todo resuelto. Necesitas dar el primer paso. Con miedo, con dudas, pero con el corazón listo para la aventura.
Gracias a los_roads por la invitación y la buena onda.
Nos vemos en la carretera, con el casco puesto, los guantes bien ajustados…
y la cámara grabando cada kilómetro de historia.
Historia completa acá